No escuches

La idea de la muerte ya no es algo tan lejano.
Cuando la cobardía vacía la razón

no hay otra solución al problema que morir.
No hay puerta correcta, 

no hay héroe que te pueda salvar, 

ni tampoco existe el dios de los milagros que te quiera ayudar.
Darte cuenta de que todo esta tan bien,

pero que vos lo ves tan mal 

es el principio de la locura.

Nadie entiende que uno necesita que le presten atención,

nadie cree en que no es un capricho casual.
Dentro del olvido de mil personas

solo se necesita el amor de una.
Pero mientras dure este estado incontrolable

el amor de esa persona

debe ser dado de la manera que uno quiere,

sino ese amor va a ser invisible, insensible,

aunque sea amor de verdad.
A veces estoy convencida 

de que solo la muerte

 puede sacarnos de ese estado de ceguera.

Pero me da miedo pensarlo,

quizás algún día alguien me escuche, 

quizás algún día yo misma me escuche.

Transición

Cambiando de mente, de aire y de cultura.

Cambiando lo que quiere cambiar.

Haciéndose cargo de lo que decide y de lo que teme.

Tomando en sueño con sus manos,

el sueño de amar, el sueño de crecer,

el sueño de luchar.
Ya no es tiempo de mirar para atrás,

porque a nada le dio la espalda.

Todo esta a un costado,

acompañando y cuidándose mutuamente.

Nada es menos que antes.

Nada es nada.

Todo lo vivido llevo a que esté acá,

y nada es casualidad.

Antes no temía amar y se tiene que acordar de eso.

Vivir no hace que sea culpable,

morir no hará que se sienta mejor.

Todos entienden el porqué de la situación menos ella.

Menos ella hasta ayer.